Hacía mucho años que Gijón no respondía de una manera tan abrumadora a
la llamada del boxeo. La historia sucedió el pasado viernes, una noche
fría, una auténtica noche norteña. Alejandro Rodríguez Pereira trataba
de arrebatarle el título nacional de los ligeros a Emiliano Casal. Una
ciudad implicada, atrincherada en su asiento y esperando la salida de su
ídolo.
En el respaldo de este combate, Aitor "El Diamante" Nieto ofreció su
mejor repertorio para batir con nitidez en pelea de revancha a Michael
Oyono. Antes, también en el boxeo profesional, Geisler Iglesias hizo lo
propio ante el debutante Javi Díaz.
En la introducción del evento se disputaron 3 buenos combates amateur y 4
peleas en categoría neoprofesional con algunos resultados bastante
protestados desde la grada.
La velada contó con un invitado de auténtico lujo como Sergio
"Maravilla" Martínez. El campeón del mundo del peso medio enamoró a los
gijoneses cuando en medio del ring se enfundó la elástica del Sporting.
A pesar de que todo estaba dispuesto para que la jugada fuese maestra,
Emiliano Casal pisó el ring con autoridad y desde el primer momento
demostró ser un monarca solvente ante un corajudo y valiente Pereira que
no logró acertar con la fórmula para descifrar el boxeo elegante y
efectivo de su rival.
El pleito se fue hasta el séptimo asalto con un claro dominador. Pereira
vendió cara su derrota pero el tesón y el corazón no fueron suficientes
para encumbrarse ante el apoyo total de la ciudad de Gijón que trató de
llevar en volandas a su gladiador. Un certero golpe a la zona hepática
sirvió para ponerle punto y final a una lucha desigual y certificar la
continuidad del monarca de Torrevieja en el límite del peso ligero.
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